domingo, 25 de enero de 2015

LA ECONOMIA DE AMERICA LATINA












Las últimas proyecciones del Banco Mundial (BM) indicaron que la economía de América Latina y el Caribe desaceleró su crecimiento notablemente en 2014, al punto que indicaron que la región solo crecerá 0,8% en 2014. Además, la entidad internacional espera que la región se recupere levemente en 2015 y registre un crecimiento en 1,7%.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus pronósticos dijo que América Latina puede esperar una expansión de 1,3 % en su PIB en 2015, la cual fue una revisión importante porque el cálculo anterior era de 2,2 %.
Sin embargo, hay analistas que se preguntan si los organismos internacionales están siendo demasiado optimistas, pues la volatilidad en el mercado de las materias primas por la que se caracterizó 2014, y que provocó que la cotización del crudo cayera más de 50%, ha continuado en 2015.
“Pese al insistente optimismo de los pronosticadores (sic) locales e internacionales, a Latinoamérica no le va muy bien cuando el petróleo cae a esta velocidad. En 2013 se proyectaban crecimientos cercanos al 3,5% y terminamos en 1%. Ahora de nuevo se apuesta por el optimismo con un pronóstico cercano al 2%. Yo creo que veremos números negativos en 2015”, explicó Felipe Campos, analista de Alianza Valores.
Y es que sobresale que al analizar el crecimiento de América Latina junto con los cambios porcentuales del precio del petróleo, se encuentra que durante los últimos 20 años desplomes en la cotización del crudo WTI superiores a 24% han provocado en todos los casos recesiones económicas en la región (ver gráfico 1).
Por su parte Camilo Silva, director de Análisis Técnico de Valora Inversiones, advirtió que “es probable que en 2015 se produzca una desaceleración económica en Latinoamérica, pues es claro que la región es altamente dependiente de las materas primas. No obstante, el verdadero impacto de que la cotización de crudo continúe bajo los niveles actuales se daría a partir de 2016, ya que los elevados precios del barril que se registraron en el primer semestre de 2014 todavía están amortiguando los efectos del desplome petrolero”.
Una recesión en América Latina no necesariamente significaría que Colombia y todos los países de la región entrarían en una crisis económica, pues el mismo BM subrayó que se perciben divergencias en la región entre la “brusca” desaceleración de Suramérica, especialmente en Argentina, Venezuela y Brasil, y el “sólido” crecimiento de México y América Central. Pero tampoco se puede ignorar que el FMI advirtió en su reporte que el panorama económico global sigue marcado por la incertidumbre.
Es por esto que fuentes de Alianza Valores le contaron a este diario que “dado que la región depende en gran parte del comportamiento de los precios de las materias primas, si este sector sigue deteriorándose se podría esperar una desaceleración en toda América Latina, provocando que Colombia crezca entre 3 y 3,5% en 2015”.
No obstante, el nivel de incremento del PIB que plantea Alianza para Colombia no es malo para estándares internacionales, pues el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional estiman que la economía mundial en 2015 crecerá 3 y 3,5%, respectivamente. Además, el país estaría aumentando su producción bajo un contexto en que la región presentaría cifras negativas.
El petróleo no es lo único que puede tener efectos nocivos para la región durante este año. Los últimos reportes macroeconómicos de Estados Unidos confirman que este país ha salido de la crisis de 2008, pues se espera que crezca 3% en 2014; además, su tasa de desempleo se encuentra en 5,6%, que es cercano a su nivel de equilibrio. Lo cual le da cada vez más argumentos a la Reserva Federal (Fed) para que comience a subir su tasa de interés.
Es un fenómeno de considerar, pues provocaría que las dinámicas de inversión empiecen a cambiar en la región. Los estímulos monetarios que se dieron a partir de la crisis de 2008 permitieron que una gran cantidad de capitales ingresaran a las economías latinoamericanas, y cuando la tasa de interés de la Fed comience a subir, estos flujos podrían empezar a retornar a EE.UU.
Sin embargo, la salida de los capitales de las economías latinoamericanas se comenzaría a percibir con claridad en 2017, que es cuando se espera que la tasa de interés del emisor estadounidense se encuentre por encima de 3,5% (ver gráfico 2).

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