viernes, 20 de abril de 2012

El poeta venezolano Héctor Guillermo Villalobos escribió así:

Mujer campesina

Eduviges,Gumersinda, Críspula o como te llames.
Mujer del nombre infeliz que te puso el almanaque.
India color de mi tierra que se ha chupado tu sangre.
Mujer callada y humilde, cumcubina, esposa y madre.
mil veces te nombro santa y al comenzar a cantante
barro el polvo que tu pisas con la pluma del romance.

Mujer de América

Vírgenes de América de la ciudad o de la sierra,
de aquí o de allá, lo mismo da, hembras de mi tierra.
Nada importa que sean de artificio el rojo de tus labios,
falsas tus cejas, falsa tus ojeras, si cuando te muerda
una pasión, las lágrimas barnizarán tus ojos
y una sonrisa despectiva será como una daga
partiendo en dos un corazón, el corazón de tus labios rojos.

Nada importa que simulen tu caderas un vaivén de rumba
de son o de vals, si en las convexidad de tu maternidad
llevas unos hombres que tu ni siquiera presientes, pero que América espera.

Serán hombres elásticos, amplios arcos de flecha, densas dagas de acero,
serán hombres que lleven como símbolo en las partes más altas de
los montes andinos, un cóndor gigantesco, roja las negras garras
hundiéndose en el suelo y los ojos azules de tanto mirar cielo.

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